Su saber personal: un tesoro para una buena vocería

¿Es usted consciente de que su saber es único, es un tesoro? Es ese conocimiento que usted tiene en su campo de especialidad, que es único y que ha construido con la experiencia de su vida personal y profesional.

Ese “capital informativo” que usted posee es para mí un tesoro invaluable e indispensable para potenciar sus capacidades como vocero o vocera.

¿Por qué? Simplemente porque es único y es el sello distintivo para generar sus presentaciones en reuniones de trabajo, su entrevista laboral o un discurso en público, solo por citar algunos ejemplos.

Es ese capital surgido las experiencias que usted ha recogido el camino de la vida y que por eso lo hacen único. Es una mezcla entre su adquisición de conocimiento formal (escuela, colegio, universidades) con su experiencia personal aplicada en diferentes ámbitos: el hogar, el laboral, el comunitario.

Si cada una o uno de nosotros estuviéramos conscientes de este capital único nos sentiríamos “millonarios”, más seguros de sí mismos y no veríamos la necesidad de compararnos con nadie y de hacerlo, veríamos nuestras ventajas para ofrecer nuestros servicios o productos.

El capital informativo y la vocería

Cuando una persona es consciente de ese saber único, de ese capital informativo, es decir tiene contenido para poder hablar con propiedad, le puedo asegurar que llevamos un avance de un 90% en la formación de un buen vocero o una buena vocera.

El otro 10% se puede construir con las técnicas propias de un entrenamiento de vocería. En este caso, recomiendo un acompañamiento personalizado donde detectemos las necesidades de vocería de cada quien.

Por ejemplo hay personas que son excelentes expresando lo que dicen, pero que nunca sonríen y una sonrisa podría hacerlo más empático o empática. Es decir además de mostrarse muy profesional en lo que hace, podría mostrarlo más ser humano, más atractivo o atractiva a la hora de conversar.

Es mucho más rico para ambas partes, para usted que quiere ser un excelente vocero y para mí como asesora, sentarnos a responder un cuestionario, a hacer un discurso o responder una entrevista, cuando usted sabe de lo que está hablando.

Yo le ayudo a que ese conocimiento único pueda expresarlo de la forma en que su público o persona de interés necesita escucharlo y entenderlo.

Le puedo apoyar en forma, pero en contenido, usted debe ser siempre el especialista y el administrador de su “tesoro informativo”.

¿Cómo se construye ese capital?

El capital informativo usted ya lo tiene construido. Quizás la pregunta adecuada es cómo lo materializamos o sistematizamos para que esté a su alcance cada vez que usted lo necesite.

Pasos para levantar el capital

1. Hacer consciencia: Esto es ¿qué es lo que tengo, qué es lo que quiero comunicar a tal persona, grupo de personas o mi público meta?

2. Contestar un cuestionario: Suelo hacer cuestionarios amplios para que “ninguna joya” quede fuera del tesoro: Dos preguntas básicas de ese cuestionario es ¿Cuál es mi punto más fuerte de mi persona como profesional para ofrecer un servicio o del producto que ofrezco? Y la otra: ¿Cuál es mi punto débil?.

Otras preguntas pueden ser: ¿Cómo inició usted su vida profesional? ¿Quién le apoyó en la conformación de su empresa o proyecto? ¿Cómo llegó usted hasta aquí?

3. Disponibilidad para contestar el cuestionario: Ordenar en unas páginas el capital que usted ha construido en años no es tarea sencilla. De ahí, que se requiera tiempo para que conversemos.

4. Aprender los mensajes clave: Luego de esa conversación obtengo unas frases que considero claves y que tienen un método de construcción particular y que una vez aprobadas por su persona, debe aprender.

5. Ensayar, ensayar y seguir ensayando: Una vez que se tiene el capital sistematizado es importante que el vocero o la vocera lo consulte y ensaye cada vez que tenga una presentación o su oportunidad para exponer ese capital.

Saber administrar el capital

En materia de comunicación y vocería el trabajo es permanente. Siempre le digo a las personas que buscan mi apoyo que el vocero o vocera de una empresa u organización debe dedicar al menos un cuarto de tiempo adicional de su horario normal a ensayar la vocería.

En este sentido los políticos o funcionarios en puestos públicos tienen un trabajo que no siempre vemos. Cada vez que una persona va a hablar frente a los periodistas debería ensayar el tema.

Ejemplo de esto es un Ministro de Obras Públicas. Si quiere que su mensaje sea creíble debe estar enterado de muchísimos detalles de la obra nueva que va a anunciar. Dentro de esos detalles está tiempo de ahorro para los conductores, valor, de dónde proviene el dinero, tiempo meta para entregarla, detalles técnicos de la obra: materiales utilizados, resistencia de esos materiales para soportar la flotilla vehicular, supervisión de los encargados de construcción.

Así aunque se tenga mucha experiencia en conversar frente a cámaras o en responder las preguntas de los periodistas, lo ideal es que tenga contenido, datos, para que su exposición sea de más peso, de mayor valor para sus interlocutores y el público final.

El contenido siempre debe primar sobre la forma. De ahí que el saber personal, su experiencia, más la información sistematizada y ensayada, se convierten en herramientas potenciadoras de un buen o una buena vocera.

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